Con ésta
persuasiva pregunta inicia su libro, ”What I wish I Knew When I Was 20″, Tina
Seelig, hoy Executive Director for the Stanford Technology Ventures Program
(STVP) en la Universidad de Stanford.
No leí el libro aún, solo pude hojear las primeras hojas
desde el preview de Amazon, y por ese motivo el juego que Tina propone a sus alumnos de
Stanford me pareció genial.
Cada uno de los equipos recibe un sobre con 5 dólares de
“seed fundind”. Se los instruye que pueden tomarse todo el tiempo que quieran
en el proceso de planificación, pero una vez que abren el sobre, sólo tienen 2
horas para generar todo el dinero que sea posible en función a la estrategia de
negocio que hayan ideado.
Tina dice que otorga desde el miércoles por la mañana hasta
el domingo por la tarde para completar la tarea. El domingo por la tarde, cada
equipo debe enviarle un slide indicando que es lo que han hecho y el lunes cada
equipo tiene 3 minutos para presentar lo que han logrado.
Lo que intenta este desafío es alentar el espíritu
emprendedor identificando oportunidades, asumiendo desafíos, enseñando a
apalancar los recursos limitados que los alumnos poseen y alentando la
creatividad.
¿ Qué harías si te dieran este desafío a tí ? pregunta. Dice
que algunas personas responden que irían a Las Vegas o comprarían un billete de
lotería. Este claramente es el grupo de personas que asumen un riesgo
significante en la probabilidad de retorno en busca de una pequeña oportunidad
de obtener grandes ganancias.
El siguiente grupo común de respuestas esta dado por
aquellos que deciden lavar autos ó iniciar un stand de venta de limonada
utilizando los 5 dólares para comprar los insumos iniciales. Esta es una opción
interesante para aquellos que quieren ganar unos dólares extras a partir de sus
5 dólares iniciales (o perderlos en 2 horas).
Algunos de los estudiantes, subraya, encuentran la forma de
ir más allá de las respuestas estándar. De hecho, el equipo que más dinero ganó
ni siquiera usó los 5 dólares. Ellos se han dado cuenta que focalizarse
únicamente en el dinero suscribe el problema a un ámbito bastante ajustado.
Lo que han interpretado es que los 5 dólares son
esencialmente nada y deciden leer el problema en una forma más amplia: ¿ Qué
podemos hacer para ganar dinero si comenzamos con absolutamente nada ?
Aprovechando sus habilidades de observación, talentos y
usando su creatividad tratan de identificar soluciones a problemas que
descubren en su medio, que han observado antes pero que nunca han pensado como
resolverlos. Intentan buscar problemas que molestan mucho pero que no
necesariamente están en el primer plano a los ojos de todo el mundo.
Al redefinir el problema y trabajando para resolverlo, el
equipo que más valor alcanzó logró más de 600 dólares, y entre todos los
equipos, un retorno promedio sobre los 5 dólares originales del 4000%. Si
tenemos en mente que algunos de los equipos directamente no utilizaron los 5
dólares el retorno financiero se vuelve infinito.
¿ Cuáles fueron las soluciones de los equipos ?
Uno de los equipos identificó la frustrante espera en los
restaurantes más populares durante los sábados por la noche y decidieron
ofrecer una solución a aquellos que no estaban dispuestos a esperar. Realizaron
previamente varias reservas y al acercarse el horario de las mismas las
vendieron hasta por 20 dólares a contentos clientes que así evitaban las largas
colas de espera.
Otro equipo tomó un ideo algo más simple. Organizaron un
punto de venta donde ofrecían en forma gratuita a otros estudiantes medir la
presión de aire de las ruedas de sus bicicletas. En el caso que las ruedas
necesitaran aire, cobraban un dolar por el servicio. Lo que descubrieron fue un
gran número de clientes agradecidos, un servicio conveniente, valorado y fácil
de ejecutar. A la mitad de las dos horas permitidas por el desafío como tiempo
máximo de ejecución dejaron de solicitar el dólar adicional por el servicio y
pasaron a una modalidad de donación. Lo que lograron fue un aumento en el monto
retornado por los satisfechos clientes.
Estos procesos iterativos con pequeños cambios en respuesta
al feedback de los clientes les permitió optimizar su estrategia en el mismo
momento que ejecutaban su negocio.
Los proyectos anteriores lograron algunos cientos de dolares
de ganancia lo cual es un resultado muy impresionante. Sin embargo, el equipo
que obtuvo los mayores beneficios observó los recursos disponibles a su
disposición a través de lentes totalmente diferentes y lograron 650 dólares de
ganancia.
Estos estudiantes identificaron que el activo más valioso
con el que disponían no eran ni los 5 dólares iniciales ni las 2 horas para
ejecutar el desafío. En su lugar identificaron como su activo más valioso los 3
minutos disponibles para la presentación del día lunes y decidieron venderlos a
una compañía que quería reclutar estudiantes de una clase.
El equipo creo un comercial de tres minutos para esa
compañía y se los mostró a sus compañeros de clase durante la presentación del
lunes utilizando, el tiempo que en teoría disponían para presentar su trabajo.
Lo que estos estudiantes hicieron fue reconocer que
disponían de un fabuloso activo que otros no vieron y sólo tuvieron que esperar
para sacarle provecho.
El “Five-Dollar Challenge” se ha convertido en un suceso en
la enseñanza del mindset emprendedor entre los estudiantes de Stanford.
Quiero ahora sí rescatar algunas reflexiones sobre este
juego y sus resultados:
Primero, una de las grandes enseñanzas es nuestra tendencia
a intentar resolver los problemas concentrándonos en los datos del problema. La
moraleja es que muchas veces hay que re-escribir la pregunta para llegar a una
mejor solución.
Segundo, el capital inicial en cualquier emprendimiento es
fundamental, pero la inteligencia del emprendedor para encontrar la mejor aplicación
del mismo es también fundamental al momento de hacer uso del mismo.
Tercero, el plan de negocios es un elemento que será el
norte del emprendimiento y que debemos consultar en todo momento, aún a
sabiendas de que infiere un grado de error e incertidumbre importante. Pero por
otro lado debemos estar atentos para modificarlo “on the fly” para captar
nuevas oportunidades sin perder el foco de nuestro negocio como lo hizo el
equipo que ofrecía el servicio de aire para bicicletas.
Cuarto, el pensamiento lateral es una ventaja competitiva.
Aprender a pensar fuera de la caja y ver a donde otros no pueden nos permite
descubrir grandes fuentes de innovación. Y esto aplica a modelo de negocios,
captura de nuevas oportunidades o mejoras en procesos existentes.
Fuente: escuelapararicos.net/
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