y para que te asegures te compartimos las 7 claves que definen si vas por el buen camino.
Si somos amantes de la fotografía y queremos lanzarnos a este maravilloso mundo de inmortalizar con nuestra cámara los mejores momentos por los que cruzamos en nuestras vidas, hay que empezar de alguna forma. La iniciativa y las ganas están muy bien, sí, pero debemos saber algo de técnica, historia, tener una cierta sensibilidad y mucho mucho amor por esta fascinante profesión o afición. Por eso vamos a ver hoy estas 7 claves que indican que ya has dado el primer paso y te estás convirtiendo en un fotógrafo.
1. Profundidad de campo.
Básico. Si no conoces la profundidad de campo, no sabes de fotografía. Los fotógrafos primerizos que han decidido abandonar los ajustes automáticos suelen sacrificar la abertura de diafragma y trabajar con las diferentes obturaciones, olvidando el maravilloso mundo que los números f/ y el juego de las profundidades de campo y el mundo del bokeh (desenfoque), lo que nos lleva a la clave número 2.
2. Bokeh
Objeto en primer término enfocado y poca profundidad de campo. Sobre todo si hay luces en el fondo, el efecto bokeh será más llamativo. Cuando se habla de objetivos con bokeh, se refiere a estas posibilidades de desenfoque de fondos.
3. Temperatura de color
Hoy en día todos sabemos (más o menos) que es eso del balance de blancos, el número que aparece al lado de un simbolito que nos dice si la foto va a salir anaranjada o azulada. Pues esto es la temperatura de color, que se mide en Kelvin y define el color de la fuente de luz. Un día soleado con luz de mediodía tiende a 5.500K, nublado 8.000K, el tungsteno a 3.200K y que nos da una idea que cuál de esos símbolos del menú de la cámara debemos seleccionar.
4. Control de píxeles
Analizar las imágenes para determinar si tienen aberración cromática, tintes de color, etc. Hacer zoom a las imágenes que vamos descargando a nuestro ordenador, controlarlas en función de la cámara y el objetivo que usemos. Son temas frecuentes en foros de fotografía, que deberíamos acostrumbrarnos a consultar para, por lo menos saber de qué va y controlar el equipo que tenemos en nuestras manos.
5. Sujetar la cámara
Cómo sujetas la cámara, cómo colocas cada una de las manos a la hora de prepararte para disparar, si haces uso de la correa de la cámara y cómo. A mi, personalmente es algo que me llama mucho la atención cuando veo a gente con cámaras, sobre todo si llevan entre sus manos grandes equipos en los que han invertido importantes sumas de dinero y la cogen con los meñiques estirados (lo he visto). Cómo te colocas a la hora de hacer una fotografía (tronco, brazos, piernas), también es importante para conseguir estabilidad en las imágenes.
6. Enfoque manual
Sin autofoco, muchos estaríamos perdidos, pero esta característica de las cámaras tan común hoy en día es relativamente reciente. Y a pesar de esta función, la mejor forma de conseguir una imagen nítida es haciendo foco manual. Así que desconecta el enfoque automático, olvídate del "cricri" de antes del disparo y empieza a trabajar en manual hasta que domines la técnica.
7. Trípode
Muchas veces son Pesados, un armatoste, tienes que estar montando y desmontando, pero un fotógrafo necesita un trípode. En el mundo de los trípodes, lo barato sale caro. Un buen trípode, duradero y que mantenga nuestra cámara estable requiere realizar una inversión, pero seguramente te durará más que la cámara. Aunque al principio te cueste trabajar con trípode, sobre todo por lo engorroso que es, a medida vayas viendo los resultados, será un elemento básico en tus salidas fotográficas.
Lo más importante siempre es: disparar, disparar y disparar. Esto no significa que seas el fotógrafo más rápido del planeta, sino que captures muchos momentos. Y ahora piensa cómo haces tú y si cumples con estas claves.
Fuente: Altfoto
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